Estado en el que se encuentra y planes de protección

Hasta 2011, la selva seca fue el ambiente que menos atención recibió en cuanto a inversión e investigación por parte del gobierno mexicano o asociaciones en pro de la conservación de los ecosistemas.  A pesar de tener varias especies únicas de esta región y gran distribución geográfica.

Las regiones dominadas por la selva seca tienen dos periodos muy marcados: el primero, con una duración de tres a siete meses, en donde la precipitación se acumula, y otro en el que el agua escasea. La falta de este recurso ha provocado que diferentes especies de flora y fauna desarrollen estrategias evolutivas para enfrentar los retos que impone este tipo de ambiente seco.

Algunos ratones se han adaptado a las condiciones áridas, por lo que sus riñones y sistemas de excreción son ahorradores de agua y aprovechan al máximo la disponible.

Por su parte, las plantas de estos ecosistemas enfrentan la escasez de líquidos con la eliminación de hojas y frutos, ya que la producción de esta materia orgánica requiere de líquidos para llevar a cabo la fotosíntesis. Por ello detienen la generación de esos elementos, ahorran el agua y la reutilizan para mantenerse con vida durante esos meses.

 

En cuanto a los planes de protección, en 2011, conscientes de la importancia de la selva seca, científicos del Centro de Investigación de Biodiversidad y Conservación (CIByC) de la Universidad Autónoma de Morelos (UAEM) buscaban establecer un Área Natural Protegida en la Mixteca Baja Poblana (al suroeste del estado de Puebla en los municipios de Chiautla, Cohetzala, Huehuetlán El Chico, Jolalpan y Teotlalco), con la intención de resguardar la Selva Seca del lugar.

 

Este esfuerzo por conservar dicho lugar ha sido apoyado durante dos años por el programa Volkswagen «Por Amor al Planeta», financiamiento que se obtuvo como premio en 2009 en la categoría de proyecto de investigación de un área natural protegida en el estado de Puebla.

 

El director del CIByC, David Valenzuela Galván, explicó que para conocer las particularidades de flora y fauna de selvas secas estudiarán grupos bioindicadores; es decir, grupos muestra de aquellas especies cuyas características son extrapolables al resto de la población.

 

Indicó que en el caso específico de los animales trabajarán con grupos de roedores, murciélagos y aves; mientras que en lo referente a los insectos se enfocarán en algunas familias de escarabajos y abejas.

 

En el ámbito social tienen especialistas que trabajan con las comunidades rurales de la región para conocer la dinámica productiva de la zona, así como los factores culturales que afectan las prácticas de conservación.